La industria de los juguetes eróticos tiende a clasificar sus productos de forma constante: para quién, para qué zona, para qué usos. A mi modo de ver, es una forma estupenda de tirarse piedras sobre su propio tejado, porque estos artilugios se pueden usar para tantas cosas que etiquetarlos significa limitarlos. Limitarlos y limitarnos, porque antes de sacarlos de la caja ya planeamos darles el uso que el fabricante nos propone.
Toda esta reflexión te la cuento porque cuando me topé con Gpop2 de la marca inglesa Gvibe me gustó que fuera una propuesta de juguete para todo tipo de cuerpo, independientemente de los genitales de la persona que lo quiere a utilizar. Se ha diseñado pensando en la anatomía del cuerpo humano, sin más , y lo que quieras hacer con él depende solo de ti.
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