El clítoris ha empezado a visibilizarse más en la última década, pero lo cierto es que durante gran parte de la historia ha vivido a oscuras. Fue a mediados del siglo XVI cuando un anatomista italiano diseccionó uno y, de ahí en adelante, un montón de investigadores se volvieron locos intentando averiguar cuál era la función de este órgano.
Ahora sabemos mucho más, como por ejemplo que el clítoris es eréctil: se llena de sangre cuando nos excitamos y puede aumentar su tamaño. O que es mucho más grande de lo que vemos de forma externa, se extiende hasta los 9 centímetros. O que tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas, se dice que hasta 10.000. Y lo mejor: que es el único órgano cuya única función es hacernos sentir placer, por eso los juguetes eróticos en la actualidad no se olvidan de él.
Igual que es importante conocer nuestra vulva (cuidarla, vérnosla en el espejo de vez en cuando, explorarla…), también lo es conocer nuestro clítoris. Todos tienen una sensibilidad diferente y podemos disfrutar de un tipo u otro de estimulación. Esta información nos ayuda a disfrutar más y mejor de nuestro placer y a saber qué debemos comunicar en las relaciones sexuales.
Como decía, los juguetes eróticos raramente apartan la estimulación en el clítoris, porque es clave para alcanzar el orgasmo para muchas personas. Con la competitividad del mercado, cada vez aparecen más y más opciones, más y más versátiles y diseñadas para estimular más zonas. Y, en ocasiones, lo que necesitamos es volver al centro. A nuestro centro: el clítoris.
Dot Cruise es un estimulador de clítoris de LELO de alta precisión que se presenta como la compañía perfecta para este viaje. Ha sido diseñado para estimularlo con exactitud y minuciosidad, poniendo el foco en complacer a los miles de terminaciones nerviosas que tenemos en esa zona. Y para mí, esa precisión absoluta, siempre ha estado entre mis favoritas.
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