Me encantan las velas. Mucho. Tengo una obsesión inexplicable y casi siempre que voy a alguna tienda de decoración y veo una vela acaba cayendo. Puede ser porque el tarro es muy bonito, el color es precioso y combina perfectamente con la pared del salón o porque huele muy bien. Luego me llevo un chasco cuando, al encenderla, resulta que no huele a nada. En cualquier caso, como me flipan tanto las velas, era evidente que no podía evitar probar las de Shunga.
En los últimos años he probado varios productos de Shunga y unos me han gustado más que otros. El diseño me parece sumamente atractivo y me encanta que lo relacionen con el arte japonés. De todos modos, algo que me echa para atrás es que he probado marcas con los mismos productos y mucho más respetuosas con la piel y con el medio ambiente. Así que puedo adelantarte que cuando esta vela me llegó a casa estaba un poco reticente.
Para mi sorpresa, resulta que está formulada con un 100% de aceites naturales y no vi tantos químicos como yo creía. Con esta información, me dispuse a probarla. Me llegó la de té verde, que me pareció un aroma fresco y poco recargado (odio las fragancias dulces o demasiado empalagosas). Antes de nada debo decir que a mí no me huele exactamente a té verde, pero ya se sabe que esto de las percepciones olfativas es un mundo. Tiene un olor más dulce que fresco, aunque no me resulta desagradable.
Así pues, ¿cómo se usa esta vela de masaje? En primer lugar, tienes que encenderla y esperar alrededor de veinte minutos. Después la apagas y ya está lista para usarse. Podrás comprobar que, aunque está caliente, no quema. La temperatura es ideal para darte un buen masaje a ti mismx o a tu pareja. Eso sí, te recomiendo que viertas el aceite primero en la mano para asegurarte.
De entre los ingredientes que tiene esta vela destacan el aceite de soja, de coco, almendra dulce, aguacate o sésamo. Vamos, que cuando lo uses notarás tu piel más suave que nunca. Deja un tacto sedoso que no me ha parecido pegajoso en absoluto, aunque sí hay que extenderlo bien para que la piel lo absorba. Antes de eso, puedes lamer la piel de tu pareja y degustar la fragancia que hayas elegido.
Puedes darle muchos usos a esta vela. Puedes aplicar el aceite y simplemente lamerlo o bien regalarle a tu pareja un buen masaje. Si no te convence, prueba lo que hice yo un día: encenderlo antes de ir a la ducha y usarlo al salir, en lugar de la crema corporal. Es una alternativa interesante para el invierno, porque la crema suele estar fría y sustituirla por el aceite de la vela es mucho más satisfactorio.
Como te comentaba, tanto usarlo solx como en pareja es una buena opción para dejarte llevar por el slow sex y disfrutar sin prisas. Qué, ¿te animas?
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