Las velas de masaje son, a mi modo de ver, uno de los mejores inventos de la cosmética erótica. Me considero una gran amante de las velas y tengo muchas por casa, de diferentes aromas (e incluso formas y colores), y cuando descubrí que las había específicas para dar masajes... os lo podéis imaginar. Desde hace unos meses también me he aficionado a esto de los masajes sensuales, incluso escribí un artículo en el blog de Bijoux Indiscrets dando algunos consejos y compartiendo mis truquitos.
En uno de los puntos del artículo explicaba qué podemos utilizar para dar un masaje a nuestra pareja y mencionaba, entre las distintas opciones, las velas de masaje. Las de Bijoux Indiscrets están disponibles en varios olores y sabores: chocolate, fresa y caramelo. Estas son comestibles (como se suele decir), pero también hay otra vela más con el aroma característico de la marca, Aphrodisia, que no es comestible.
Pero antes de nada: ¿qué debemos saber acerca de estas velas? Lo primero, seguro que te lo estás preguntando: no quema. Me he dado cuenta de que tarda un poquito más en derretirse que las velas normales y, según se dice en la web, es porque los ingredientes naturales se funden a una temperatura baja. Es por eso que cuando la echamos, ya fundida, sobre la piel, no quema en absoluto. La temperatura es muy agradable para la piel.
Esta vela no lleva cera, de manera que es mucho más respetuosa con la piel que otros productos. Lo que sí lleva es aceite de coco y almendra dulce para hidratar y se nota mucho cuando lo extendemos: deja la piel sedosa y nada pegajosa. Otra ventaja es que sus ingredientes son 100% naturales, es un producto totalmente vegano y no lleva parabenos. Es decir, que incorporando esta vela en un contexto más sensual también estamos cuidando nuestro cuerpo y ayudamos al planeta.
Ahora bien: ¿cómo se usa? Solo tienes que seguir unos sencillos pasos que podrás encontrar en la caja:
1. Enciende la vela.
Controla la hora: espera 15 minutos o pon un temporizador.
2. Apaga la vela.
3. Viértela en tu mano y después en la piel de tu pareja.
Tras de haber puesto a prueba Melt my Heart tengo que confesar que se ha convertido en uno de mis indispensables de Bijoux Indiscrets. En primer lugar, cunde muchísimo. Con solo un poquito de aceite de la vela tenemos para dar un buen masaje por distintas zonas porque la textura es bastante líquida. Lo que sí es cierto es que se solidifica enseguida cuando lo vertemos en la piel, pero basta con el calor de las manos para que vuelva a convertirse en un suave aceite.
El aroma es suave, no demasiado intenso, como el sabor, por lo menos en la de fresa. A pesar de que es comestible, yo le daría más uso como aceite de masaje que como aceite besable. De todos modos, es verdad que tras lamerlo no deja una sensación demasiado grasa en la boca.
Otra cosa que he notado es que, al apagarla, suele liberar un poco más de humo que otras velas, aunque el olor no es tan fuerte. Esto puede deberse a que la mecha es de algodón y no lleva químicos, haciendo que no queden residuos ni olores en la vela. Mi consejo es que, si os molesta el humo que sale, la apaguéis en un espacio grande o abráis ligeramente la ventana.
Melt my Heart lleva una tapa que asegura un cierre hermético para preservar el olor de la vela. Yo te recomiendo que lo pongas al terminar, porque como la utilizaremos en el cuerpo es mejor que no se ensucie de polvo.
Como todos los productos de Bijoux Indiscrets, el packaging está cuidado al milímetro. Va muy bien protegida en su caja y tiene un diseño precioso. Viene presentada en un botecito de cristal translúcido con un bonito lazo negro.
Por sacarle algún defecto a la vela, te diría que el lacito tan bonito que lleva se cae enseguida. Sería bueno que pensaran en otra forma de pegarlo mejor al recipiente.
Como ves, esta vela es un producto que da muchísimo juego. Una buena idea es combinarla con cubitos de hielo y jugar con el contraste de temperatura, o bien cubrirle los ojos a tu pareja con un antifaz. ¿Se te ocurre alguna otra cosa?
Melt my Heart, por tanto, es ideal para parejas que desean experimentar. Para causar grandes sensaciones, para mimarnos el uno al otro, para aumentar la excitación gradualmente... ¡Recomendadísima!
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