Mis experiencias sexuales con hombres no han sido tan satisfactorias como me hubiera gustado. Tiempo después comencé a experimentar con las mujeres y me di cuenta de que era justo aquello lo que había estado buscando. Explicar por qué soy lesbiana no es el objetivo de esta reseña, pero me sirve para explicaros lo poco amigables que me parecen los vibradores realísticos.
Todo se reduce a una cuestión de estética. Prefiero una vagina a un pene y nunca he considerado que un dildo sea un pene de plástico. Ni siquiera creo que un dildo tenga que serlo. Si bien es cierto que mis vibradores favoritos son masajeadores (simplemente porque necesito estimulación en el clítoris para alcanzar el orgasmo), también tengo vibradores con forma fálica de doble estimulación que me han proporcionado orgasmos increíbles. De ahí que no me haya negado a probarlo, aunque la verdad sea dicha: los vibradores realísticos no me hacen mucha gracia.
Sin embargo, eso no ha sido un impedimento para probarlo, porque una vez me estaba masturbando no me preocupaba por su textura que recreaba las venas de un pene ni el glande. Lo he acabado viendo como un vibrador normal que estimula muy bien el punto G y tiene una textura agradable para la vagina.
Pearl Shine mide 17,8 cm. de largo por 3 cm. de ancho y tiene un acabado que intenta imitar la piel masculina, por eso parece que brilla y produce una sensación muy sedosa. Funciona con dos pilas AAA que no se incluyen en el paquete y su potencia es considerable gracias a la rueda multivelocidad que te permite ajustarla a tu gusto.
Su forma ligeramente curvada es perfecta para estimular el punto G femenino, aunque se trata de un juguete que también podría usarse de forma anal.
El único inconveniente que he encontrado es que me parece demasiado duro comparándolo con otros vibradores que utilizan silicona, de forma que la introducción en la vagina de forma repetida es menos agresiva y más agradable.
Podemos encontrar Pearl Shine en diferentes colores, desde el carne que intenta simular un pene lo más realístico posible hasta el morado que disimula su apariencia.
En definitiva, se trata de un vibrador económico, agradable, fácil de utilizar y satisfactorio. Es ideal como primer vibrador por su relación calidad precio o para aquellas mujeres que quieren iniciarse en el mundo de la vibración.
Todo se reduce a una cuestión de estética. Prefiero una vagina a un pene y nunca he considerado que un dildo sea un pene de plástico. Ni siquiera creo que un dildo tenga que serlo. Si bien es cierto que mis vibradores favoritos son masajeadores (simplemente porque necesito estimulación en el clítoris para alcanzar el orgasmo), también tengo vibradores con forma fálica de doble estimulación que me han proporcionado orgasmos increíbles. De ahí que no me haya negado a probarlo, aunque la verdad sea dicha: los vibradores realísticos no me hacen mucha gracia.
Pearl Shine mide 17,8 cm. de largo por 3 cm. de ancho y tiene un acabado que intenta imitar la piel masculina, por eso parece que brilla y produce una sensación muy sedosa. Funciona con dos pilas AAA que no se incluyen en el paquete y su potencia es considerable gracias a la rueda multivelocidad que te permite ajustarla a tu gusto.
El único inconveniente que he encontrado es que me parece demasiado duro comparándolo con otros vibradores que utilizan silicona, de forma que la introducción en la vagina de forma repetida es menos agresiva y más agradable.
Podemos encontrar Pearl Shine en diferentes colores, desde el carne que intenta simular un pene lo más realístico posible hasta el morado que disimula su apariencia.
En definitiva, se trata de un vibrador económico, agradable, fácil de utilizar y satisfactorio. Es ideal como primer vibrador por su relación calidad precio o para aquellas mujeres que quieren iniciarse en el mundo de la vibración.
Colores: █ █
Observaciones: Funciona con dos pilas AA
Precio: en Sexshop Tántrico
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